El trabajo conjunto es clave para lograr un impacto significativo y duradero en las políticas públicas. En Sin
Fronteras, reconocemos que la incidencia efectiva requiere la colaboración con otros actores sociales, por lo que
dedicamos esfuerzos a la creación de redes de trabajo y alianzas estratégicas con diversas organizaciones e
instituciones a nivel nacional e internacional.

¿Cómo lo hacemos?

Construcción de alianzas locales e internacionales: Formamos parte de múltiples redes nacionales e internacionales
dedicadas a la defensa de los derechos de las personas migrantes. Colaboramos con organizaciones de la sociedad
civil, gobiernos, universidades y organismos multilaterales para coordinar esfuerzos y fortalecer nuestras
capacidades de incidencia.

Redes nacionales: En México, trabajamos con otras organizaciones de derechos humanos, instituciones académicas y
autoridades gubernamentales para promover políticas públicas inclusivas y mejorar la atención a las personas
migrantes y refugiadas. Esta colaboración nos permite abordar problemáticas locales con soluciones conjuntas y
efectivas.

Redes internacionales: A nivel global, participamos en redes como el Comité Internacional de Migrantes (ICMC), la
Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones (RROCM) y otras plataformas donde compartimos
experiencias, conocimientos y buenas prácticas para mejorar las políticas migratorias y de asilo.

Fortalecimiento de capacidades conjuntas: A través de estas redes y alianzas, intercambiamos conocimientos y
recursos, lo que nos permite mejorar nuestras propuestas y responder de manera más efectiva a los desafíos
migratorios. La colaboración con actores internacionales nos brinda una perspectiva más amplia y facilita la
adopción de estándares internacionales de protección en las políticas locales.

Incidencia coordinada en foros nacionales e internacionales: Participamos en mesas de trabajo y foros de alto nivel
donde presentamos propuestas basadas en nuestra experiencia de trabajo con personas migrantes. Nuestra presencia en
estos espacios amplifica la voz de las personas en movilidad y nos permite incidir en la toma de decisiones que
afectan sus vidas.

Al consolidar redes de trabajo sólidas, multiplicamos el impacto de nuestras acciones y avanzamos en la construcción
de un marco de protección más robusto para las personas migrantes y refugiadas.